ASPREL dispone de 7 Laboratorios Radar repartidos entre nuestras tres sedes para la localización de Averías en Cables Subterráneos de A.T. y B.T., con un servicio 24 horas y 365 días al año.

Para poder subsanar una avería es necesario localizar sobre el terreno y de forma exacta, tanto el propio cable como el punto de la avería. Este proceso se divide en dos pasos que, a su vez, contienen una determinada sucesión de operaciones:

1º) Prelocalización: determinación aproximada de la ubicación de la avería en un tramo de cable subterráneo

2º) Localización Exacta: identificación exacta y precisa del punto de la avería

A estos dos pasos, si fuera necesario, se suma la identificación y trazado de los cables.

Prelocalización

Localización AveríasTras identificar el tramo de cable averiado y desconectarlo del resto de la red, se procede a analizar el fallo. Para ello se determina el tipo de cable, su longitud y la estructura de la red y se averigua qué causas más evidentes pueden haber provocado la avería, por ejemplo, la realización de unas obras. Las primeras mediciones sirven para averiguar las resistencias del aislamiento de todas las fases del cable. A partir de estas mediciones, se define el tipo de avería (de baja o alta impedancia), se averigua cuál es la fase defectuosa y se procede a la prelocalización de la avería.

La prelocalización se realizará con un ecómetro o reflectómetro mediante el Método de reflexión de impulsos (TDR), este método es especialmente apropiado para la localización de averías en cables de gran longitud.

Con un generador de ondas de choque se genera una descarga disruptiva en el punto en que se encuentra el defecto. Ésta produce una onda transitoria progresiva que se extiende y refleja varias veces entre el defecto y el generador de ondas de choque. Esta onda de choque es registrada por el reflectómetro o ecómetro.

Localización exacta

Para una localización precisa de defectos en cables es ineludible una segunda fase de localización, ya que la prelocalización con el ecómetro sólo recoge la distancia aproximada a la que se encuentra el defecto.  Para poder limitar al mínimo las excavaciones y daños en la superficie, es necesaria una localización exacta de la posición del defecto.

En este caso, se genera también una descarga disruptiva con descarga directa del generador de choque. Debido a esta conexión directa, la descarga tiene lugar muy rápidamente y genera un ruido de detonación que se pueda localizar sin problemas en superficie con el receptor acústico (geófono) correspondiente.

Lo importante es siempre aprovechar al máximo la potencia de choque disponible, ya que el volumen y energía de descarga son proporcionales. Para ello los generadores de choque disponen niveles de choques regulables.

El receptor acústico o geófono trabaja por el método de coincidencia o diferencia. De forma automática se mide la diferencia temporal entre señal electromgnética del impulso de choque y señal acústica de “detonación” de la descarga disruptiva.

El geófono funciona en este caso como un cronómetro. El impulso magnético inicia el contador, la señal acústica de propagación más lenta detiene de nuevo el contador. El tiempo indicado, la “diferencia” de duración de los impulsos acústico y magnético, corresponde a la distancia al punto en que se encuentra el defecto. Cuanto menor es el tiempo, más cerca del defecto nos encontramos.

Trazado

A menudo, los datos de cable en formato digital y los planos no son suficientes a la hora de averiguar el recorrido exacto de un cable. Para ese fin, son de gran ayuda los procedimientos magnético de audiofrecuencia, que permiten averiguar la posición y la profundidad del cable.

Identificación de cables

En la mayoría de los casos, el tendido eléctrico está formado por varios cables agrupados en haces. Tras ubicar la posición exacta del fallo y dejar la línea al descubierto, es preciso identificar de manera fiable el cable defectuoso.

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